sexta-feira, 16 de abril de 2010

Ancalda

“Es un coloso de pies inocentes,

de paso imposible y goteras en el techo”





Me siento golpeada de caricias

de soles que penetran en mi carne

de corrientes que me ahogan

de besos que restringen pasos

o auroras regalando flores.

Y huérfana soy de tu imágen

de voces y lamentos de la noche

cuando me atraviesan -lunas muertas-

anclada a tu destierro.



Me cubro en el blindaje, y atisbo

el centro inalterable donde aguarda

solitario

un suspiro blanco.



Thelma Sandler

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