Carlos Enrique Fuentes
nos acogen
y la elegancia
de los boques
visten de musgo
en el moscino
nocturno
se desplazan
la horas
de luna llena
en los palacios
de la intemperie
desnudos los dos
nos alimentamos
de manzanas
prohibidas
en tu maleza
de sonrisa virgen
bautizada
en la aguas
templadas
de un lago
que atraviesa
traviesa
los umbrales
del placer
para plantar
afrodisiaca
variedad
de locura
en los montes
de tu esencia
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