Oh Señor!
¡Qué putada!
Que necesitás ahora,
en esta hora
de este Hombre a Tu lado.
Por ser sabedor de su Tikún Olám:
buscar la Justicia en este Mundo,
que no es la ley de los hombres.
Él que ha luchado contra el Mal que tiene nombre:
Amalek o Videla, Amán o Pinochet, el mismo Franco.
Ahora,
en esta hora
la labor continúa.
Que no levanten la copa los tiranos,
que al Juicio,
Carlos aportará las pruebas
y Tú, la condena.
Perdona mis palabras si suenan profanas,
pero Tú me conoces.
Soy hombre, soy débil, tengo bronca
y por ello se me encoje el corazón
y amargas son mis lágrimas
y desgarro mi prenda.
Baruj Ata, Adonai,
Eloheinu, Melej
Haolam,
Dayán Emet.
Tené en cuenta mi plegaria por su alma,
sabés que nunca pido por mí,
sí por los míos
y Carli es de los nuestros.
¡Oh Señor!
¡Qué putada!
¿Seguirá habiendo diez hombres justos?
Juan Zapato© Israel, 18 de abril de 2017.
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