Adriana Zapparoli
entonces calla otra perra. y leo las costuras y plisados de
un murmullo de cuerpos mutilados con el puño, con espátula, donde sale la serpiente...
por toda esta charla embrollada, por todas las mentes alienadas, el humo es el
que escarba al soplo de la serpient, los musgos y las flores acuáticas ... y
debajo de los huesos su mirada y la dureza húmeda de la distancia ... porque el
amor tiene ojos verdes.
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